Un sentimiento
transformado sin querer,
no hay nada
tan bello como caer en el aire
que respiras,
viento que me arrastra a la
tempestad de
la locura, éxtasis de multitudes
de vacíos convertidos en mi cielo.
La tristeza
de tu boca contra mi boca
sufriendo cada
día la paciencia de volver a besarte,
despierto junto
a ti,
sintiendo el tiempo empapado
en mi piel.
Mi remedio
eres tú, no negar ninguno de mis días,
presente siempre
en mi mente, sin palabras,
pasado tumultuoso,
arrollador e intenso.
Mis segundos
son los tuyos, seremos la sombra
de cualquier
callejón de las turbulentas caricias,
sin cárcel,
sin prisioneros, seremos los relámpagos
de una
tormenta eléctrica.
Noctámbulos
de nuestros momentos,
días repletos
de nuevas aventuras,
recorriendo juntos
la batalla,
empapando cada
nota nítida
de cualquier
garabato de mis letras.
Quiero y
prefiero ser la sombra eterna de tu sonrisa
que la vivir
la vida sin tus momentos.
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