Frío y gris...

 Hoy ya no soy la niña que era,

mujer acoplada en la vida de universos

pasajeros de color gris.

Vida de mentiras, 

se fueron las sonrisas de los que mas quería.

Caminando por la calle

que me llevaba a la puerta de mi gran infancia, 

saltaban las lágrimas, al pasar por ella, 

tantos recuerdos allí encajados.

Entrando en las entrañas de mi pasado, 

mi infancia en ese acople... 

Han pasado tantos años, 

siete recordando mis pies desfilando 

detrás de un coche fúnebre.

Rodeada de esos recuerdos que me acompañan en mi vida, 

recordándoles, alza mi tristeza, 

mi añoranza de ellos, 

que me dieron tantos momentos, 

tantas sonrisas, tantos sentimientos encogidos en un baúl, 

guardados en mi corazón, 

clausurados en la distancia.

Perdí en ese camino tantas cosas, 

que hoy al recordarlas, 

mis lágrimas derramadas de nuevo, 

eran un sortilegio en mi corazón.

Cruce el camino de nuevo para recordarlos, 

como fue mi infancia con ellos, 

de niña a mujer, 

con mis manos empapadas en lágrimas, 

cumplir esa promesa que me propuse al partir.

Dedicada a mis abuelos, al regreso del pasado en el presente.

 © 2012. Esencia de Háfida., © Mar Galván,