Dáme la mano, une los lazos, repasando
la piel,
oculta la tristeza, arrópame con tus
labios,
embruja la magia de la noche
con los susurros al oído,
soplo al aire, en mi aire.
Aliento sin aliento,
corrige las lágrimas de tristeza
viaja en el recorrido de mi cuerpo,
oculta, sensible en la noche,
en la nada, de una mañana.
Corrige mis pasos, sin son excesivos,
alienta mis instintos,
vive mis delirios e incertidumbres,
guarda mis palabras
en tus manos, en tu pensamiento,
en tu cuerpo...
Vuela como gaviota en el mar,
para sentirte libre, en la noche,
mira y yo te miraré, después
sigamos esta vida...
en un despertar...
© 2012. Esencia de Háfida., © Mar Galván,
Nada, ninguna palabra de esta sensible petición, niega tu misión de pernoctar y ante la luz reflejada en el cristal, desear sentir una vez más, la insondable majestad de ser amada...Una belleza, Mar...
ResponderEliminarGracias viniendo de ti en un honor, las letras suben y bajan en todos los sentidos... el amor, la pasión, el desamor, embrujo de la vida cotidiana en el castillo de los deseos perdidos de los sueños, nuestros sueños.
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