Asomaba la fina capa cristalina en la ventana,
la lluvia que dejó ahumada la estancia.
Suculenta escena embalsamada
de los sonidos envolventes en segundos.
Rozaba su cara lentamente,
con esa leve caricia con las yemas de mis dedos.
Recorrian la piel de los inprevisto,
la sencanción de las sonrisas entre
el filo de la leve música que sonaba.
Recorridos, en las calles de lo perdido,
fijar la mirada en los ojos,
observar, decir, pensar o hacer.
Palabras, música en torno a la escena de
de miles de propositos.
El otoño llenó de colores ocres el entorno,
dejando paso a los verdes primaverales
en el entorno.
Caerá esa última gota de lluvia del invierno,
corriendo entre el aire de perderme,
de volar y que me abrace.
Vacilaba tendida entre esencias,
imaginación de telas transparentes que embriagan,
su piel, un recorrido infinito que le de sentido.
Realmente me transporta a algo mágico...muy bonito Mar.
ResponderEliminargracias menchu, las letras siempre nos hacen transportarnos a la imaginación, reflejarlas en un papel es soñar despierto. un beso guapa
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