Terminó el
dolor de molestar
respiro profundamente
en la cercanía
de la
soledad, entiendo tus palabras,
a estos sentimientos
que no aprenden de la vida.
Nada es eterno, solo me queda subir esa montana
arrancando
letra a letra de mis pensamientos,
reconociendo
que me equivoqué en la decisión.
En esa
ventana respirando profundo,
ahogando las
lagrimas de esa playa lejana.
Alejándome
lentamente
sin buscar ningún
delirio
cómo un
pétalo que se desprende
poco a poco
cayendo al suelo.
Sin futuro,
sin presente, si n pasado,
viviendo la
vida como una marea.
Vuelvo a verte y respiro profundamente,
notas arrancándome
las letras
a cada
latido diferente de mi corazón,
corriendo por
mis venas la sensaciones.
Sin
perseguir esa luz de la chispa de tu mirada,
Que se
esfumó en el aire, solo queda
el silencio que
acompañan estas letras.
Dejando el
camino comenzado en ese rincón
alejado de
la realidad, donde la bohemia descrita
en cualquier
pergamino se desploma.
Una visión triste en tu poética muy bien expresada.
ResponderEliminarUn placer leerte...
gracias Justo por tu comentario, la vida tiene sus momentos amargos, una manera de plasmarlo en letras.
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