Aquella que invade en un segundo tu alcoba,
susurra melodías mientras lloras,
obstinada, emblema de la las caricias que desaparecían.
Agua del pasado encubriendo la calma,
presente enredado en la mitad de la nada,
capricho de bondades y lamentos.
Intenso amor, sin suceder, el alma dentro de tu voz,
vivir con ese suspiro dentro de mi pecho
sin ti.
Entendí lo eterno contigo, deteniéndose el tiempo,
soledad amarga en los días que no estás,
llegar hasta el susurro de tu imaginación,
eres el vaso donde sacio siempre mi sed.
La vida entera, entendiendo, compartiendo
deteniendo el tiempo.
A ti soledad viajera, eterna
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